Townsend revela cómo el US Open la cambió, tanto dentro como fuera de la pista.

Fue un US Open espectacular para Taylor Townsend, en más de un sentido.

Estuvo el desafortunado incidente en la red con Jelena Ostapenko, por el cual la estadounidense fue elogiada por la afición y sus compañeras por su aplomo y temperamento en una situación difícil. Luego, su magnífica carrera hasta la cuarta ronda, donde estuvo a punto de derrotar a la bicampeona de Grand Slam, Barbora Krejcikova, para conseguir un puesto en cuartos de final.

Ah, y luego llegó a la final de dobles, culminando tres semanas muy productivas en Nueva York que comenzaron con una pareja estelar, junto a Ben Shelton, en el torneo de dobles mixtos.

La jugadora de 29 años se convirtió en una de las favoritas de la afición en el último Grand Slam del año. Sus contundentes declaraciones y su inspiradora carrera fueron protagonistas en Nueva York. El lunes, participó en CBS Mornings para hablar sobre cómo este torneo la ha transformado, tanto personal como profesionalmente.

"Fue una oportunidad para que el mundo viera el trabajo que he estado haciendo", dijo la jugadora de dobles número uno del ranking, refiriéndose a cómo gestionó los comentarios de Ostapenko y la posterior atención mediática. "Como atletas, y en el deporte profesional, se ve el resultado final, el fruto de todas las horas y de todos los detalles".

Pero creo que la mayor forma en que me cambió fue que mi autoestima quedó expuesta, la forma en que he estado trabajando en mí misma y en la persona que soy. Cómo quiero mostrarme al mundo se puso a prueba, pero también se demostró.

Townsend comentó que ya se le han presentado muchas oportunidades fuera de la pista tras el torneo: "Esto es lo que he estado soñando", dice, y que también siente una energía renovada en la pista.

Al hablar de su aplastante derrota en cuarta ronda ante Krejcikova, un partido en el que dejó escapar ocho puntos de partido frente a más de 14.000 aficionados que la apoyaban firmemente, Townsend expresó gratitud en lugar de amarga decepción. Claro que la derrota fue dolorosa, pero en la derrota redescubrió una motivación intensa.

"Me enamoré de nuevo del tenis en el partido que perdí", dijo Townsend, quien jugó ese partido frente a su hijo de 4 años, A.J. "Fue muy extraño. Después de terminar de jugar, pensé: '¡Dios mío, me encanta esto! ¡Qué ganas de volver a jugar!'. Así que la derrota me motivó de una manera, sinceramente, que no había sentido en muchísimo tiempo".

Con su llegada a la cuarta ronda en Queens, que incluyó una victoria sobre Mirra Andreeva, quinta cabeza de serie, Townsend ascendió 27 puestos en el ranking PIF WTA, hasta el número 112 del mundo.